El microelemento hierro (Fe) se encuentra en el suelo (salvo en aquellos suelos hidropónicos) en diferentes formas y no todas ellas disponibles para la planta.
El hierro como elemento se encuentra constituyendo parte de algunos minerales, participando en sulfuros como pirita, silicatos como olivino o glauconita, carbonatos como siderita u óxidos como hematita y megnetita, por ejemplo. Mediante la meteorización de estos compuestos minerales, los iones Fe se liberan y van pasando a la solución del suelo.
Es destacable que si bien el hierro (Fe) es un elemento abundante en la mayoría de los suelos, su disponibilidad por parte de la planta no lo es fácilmente.
Productos utilizados para corregir la deficiencia de hierro (Fe) en las plantas
Entre los principales productos utilizados para corregir la deficiencia de hierro (Fe) en las plantas se encuentran:
- Sulfato ferroso (riqueza del 19% en Fe)
- Sulfato férrico (riqueza del 23% en Fe)
- Óxido ferroso (riqueza del 77% en Fe)
- Óxido férrico (riqueza del 69% en Fe)
- Quelato de hierro (riqueza del 6% en Fe)
- Poliflavonoides – Fe (riqueza entre 9 y 10% en Fe)
- Lignosulfonatos – Fe (riqueza entre 5 y 8% en Fe)
Entre ellos, como se puede ver, no todos tienen la misma riqueza en hierro como oligoelemento, ni su eficacia de asimilación por la planta es igual. Además, en su proceso de asimilación influyen aspectos como humedad, pH y características físicas y químicas del suelo.
Quelato de hierro EDDHA ecológico
Como uno de los correctores específicos de la clorosis férrica en cultivos, se encuentra el quelato de hierro. Este se puede disponer dentro del catálogo de quelato de hierro en diferentes formulaciones según fabricantes.
En este artículo nos centramos en el quelato de hierro EDDHA ecológico, concretamente JISAQUEL® Fe S-6. Formulado que, JISA, a través del Organismo de Control y Certificación internacional CAAE, posee la Confirmación de Compatibilidad para el ‘Uso de Insumos en la Agricultura Ecológica’. Por lo tanto, es un producto certificado y compatible con los programas de manejo integrado y producción ecológica.
Quelatos Fe-EDDHA
Cuando hablamos de quelatos de hierro EDDHA (quelatos Fe-EDDHA), debemos hacer mención a qué tipo de quelatado EDDHA nos podemos referir, ya que los quelatos de hierro EDDHA que se encuentran disponibles en el mercado pueden estar bajo diferentes estructuras. Básicamente, hay tres tipos: EDDHA o,o (orto-orto EDDHA) EDDHA o,p (orto-para EDDHA) y EDDHA p,p (para-para EDDHA).
La síntesis de EDDHA da lugar a la formación de isómeros posicionales, con tres posiciones diferentes en función del lugar que ocupa el grupo hidroxilo. De las distintas posiciones, el orto-orto EDDHA (EDDHA o,o), es el más estable.
Cultivos y dosis de aplicación del quelato de hierro EDDHA
Los cultivos y dosis de aplicación del quelato de hierro EDDHA varía según el estado fenológico y edad del cultivo, época del año, propiedades físicas y químicas del suelo, … Así como método de aplicación.
Este hierro quelatado, además de ser un producto certificado para su uso para la corrección de la clorosis férrica en cultivos ecológicos, es altamente asimilable por la planta gracias a su forma de quelatado EDDHA y puede ser aplicado directamente al suelo (inyección, reja, etc.), o aportado al agua de riego (fertirrigación, a manta, etc.).
En este contexto, las dosis siempre deben responder a la decisión del técnico que lleve o asesore el cultivo en cuestión.
Por dar datos de referencia sobre las dosis de aplicación del quelato de hierro EDDHA en los cultivos, se puede partir de la edad del árbol.
En árboles jóvenes, en el caso de los cítricos, la dosis se puede situar entre los 7 y 30 gramos por pie; en frutales de hueso (albaricoqueros, ciruelos, melocotoneros, etc.) y frutales de pepita (perales, manzanos, etc.) entre 5 a 20 gramos por pie, en aguacates de 5 a 20, en vid de 3 a 7 y en plataneros de 3 a 7 gramos por pie.
La dosis de aplicación es mayor en frutales cuando se aporta al inicio de la producción y aún mayor, si se realiza en plena producción. En este sentido, y tomando como ejemplo las plantas hortícolas y ornamentales, una dosis orientativa sería de 0,5 gramos por metro cuadrado en estado joven, de 0,5 a 5 gramos al inicio de la producción y de 5 a 7 gramos por metro cuadrado cuando se encuentran en plena producción.
Y vemos que el criterio se mantiene, por ejemplo, en frutos rojos (fresa, frambuesa, etc.), con dosis orientativas de 0,5 gramos por metro cuadrado en estado joven, de 0,5 a 0,7 gramos al inicio de la producción y de 0,7 a 1,5 gramos por metro cuadrado ya en plena producción.
Destacar que el corrector específico de clorosis férrica JISAQUEL® Fe S-6 es compatible con la mayoría de productos y fitosanitarios, excepto aquellos fuertemente alcalinos o que contengan micronutrientes metálicos, como por ejemplo cobre o manganeso.