El arándano es un cultivo de la familia de las Ericaceae (ericáceas), del género Vaccinium. Es un arbusto perenne de hojas caducas, con un sistema radical compuesto por raíces carentes de pelos absorbentes, situadas en su mayoría a 50-60 cm de profundidad, por lo que necesitan de suelos ligeros, con muy buen drenaje, profundos, con alto contenido en materia orgánica y con un pH 4,4-5,5. El arándano es un cultivo muy sensible a la salinidad y al estrés hídrico.
El arándano es un fruto muy apreciado por sus propiedades antioxidantes y su contenido en vitaminas C y E y provitamina A. Es un fruto con características muy beneficiosas para la salud. Este ha sido el principal motivo por el que ha crecido su consumo en Europa, principalmente en Alemania.
Huelva es la provincia con mayor producción de arándano en España y la principal zona productora en Europa en primavera. Respecto a las variedades de arándanos se seleccionan para cada zona en función del número de horas frío que necesitan acumular para su brotación.
Algunas de las principales variedades plantadas en la provincia de Huelva son las siguientes: Star, Centra Blue, Windsor y Legacy.
La obtención de nuevas variedades tiende a mejorar la precocidad, calidad y post-cosecha, aspectos fundamentales para la mejora del rendimiento y de nuestra posición en los principales mercados europeos. Fruto de esta mejora genética han aparecido en los últimos años nuevas variedades como Manila, Malibú, Marina, Madeira, Maldiva y Masirah.
En el cultivo del arándano, es muy importante un manejo adecuado de la nutrición. El aporte de los diferentes elementos nutritivos debe efectuarse en los momentos adecuados del cultivo y la cantidad necesaria en función del rendimiento esperado.
Fertilización del arándano.
Jisa® recomienda realizar el diseño de un correcto programa de fertilización a partir de un análisis de las propiedades físicas y químicas del suelo de la plantación.
Cada elemento nutritivo juega un papel diferente y a su vez esencial en el cultivo del arándano. El nitrógeno (N) es un elemento esencial para mejorar el crecimiento vegetativo y vigor de la planta en general. El fósforo (P) favorece el desarrollo radicular y mejora la floración. El potasio (K) incrementa el calibre y la firmeza de frutos, así como mejora el sabor de los mismos. El calcio (Ca) mejora el cuaje y calibre de frutos. El magnesio (Mg) ayuda a una correcta actividad fotosintética de las hojas. El azufre (S) contribuye a reducir el pH del suelo y favorece la coloración de las hojas. El boro (B) interviene de forma activa en la fase de cuajado de frutos y favorece una mejor brotación para la siguiente campaña, y el zinc (Zn) aumenta el cuajado de frutos y mejora el enraizamiento de plantas nuevas.
El arándano es un cultivo muy sensible a las condiciones ambientales y a las propiedades del suelo. Si queremos sacar el mayor rendimiento de nuestro cultivo, debemos recurrir a productos de nutrición avanzada que nos garantizan una mejor eficiencia de absorción de los elementos esenciales, un aporte de materia orgánica y un efecto bioestimulante.
JISA ofrece unas soluciones nutritivas adecuadas a cada etapa del cultivo para obtener un rendimiento y una calidad óptima. Para el desarrollo radicular, tan importante en plantaciones nuevas como en cultivos ya establecidos a partir de la etapa de brotación, lo que nos asegura una planta fuerte y vigorosa, desde JISA recomendamos la utilización por fertirrigación de Raici® y Libamin® radicular, productos que garantizan el mayor número de raíces y su fortalecimiento. La utilización de ácidos húmicos, Humilig® 25 Plus, mejorará las propiedades del suelo tan exigentes en el cultivo del arándano en cuanto a pH y al aporte de materia orgánica del suelo.
Desde JISA recomendamos en la etapa de brotación, aplicaciones foliares de Nutrijisa® Zn, Jisabiol® y Glybet® para el fortalecimiento de los brotes, obtener un buen desarrollo vegetativo y favorecer que el cultivo pueda tolerar condiciones ambientales adversas de temperatura y humedad.
Se recomienda la utilización de Furdos® a lo largo del cultivo por fertirrigación. En la fase vegetativa del cultivo nos ayudará a tener un mayor desarrollo, al igual que durante la fase productiva conseguiremos un mayor calibre y calidad de fruto por el aumento en la eficiencia de la nutrición y el efecto bioestimulante que confiere a los cultivos.
La producción que obtendremos vendrá directamente relacionada con la cantidad de fruto que consiga cuajar la planta. Cuajemax®, es un producto específico para esta fase del cultivo.
Cuanto mayor sea el número de frutos cuajados en una planta, mayor incidencia tendremos que hacer en conseguir un calibre comercial. Gorfrut® nos garantizará un calibre de fruto adecuado para obtener los resultados de producción requeridos.
El adelanto de la cosecha puede ser interesante para el agricultor, ya que muchas veces supone llegar al mercado con mejores precios. La homogeneización de la cosecha hace que pueda reducirse el costo de la mano de obra. Top-K® es un producto desarrollado para adelantar la maduración de los frutos, promueve un mayor contenido en ºBrix de los frutos y una mejor postcosecha.
Durante el transcurso del cultivo es recomendable realizar análisis foliares para anticipar cualquier carencia en algún elemento nutricional. JISA dispone de correctores de carencia acomplejados con ácidos orgánicos (Nutrijisa®) y quelatados (Jisaquel®). Tarssan® es un mix de microelementos quelatados para prevenir durante el cultivo cualquier deficiencia en alguno de ellos.
Desde JISA recomendamos que, una vez realizada la recolección de los frutos de arándanos, aun con las hojas en la planta, empecemos a pensar en el cultivo del año que viene. Recomendamos la realización de tratamientos postcosecha para aumentar las reservas de la planta cara a la brotación del año que viene. Jisamar® y Nutrijisa® Zn son productos que cumplen con este cometido, a los que se les podrían sumar Jisabiol® y Glybet®, productos que aportarían nitrógeno a los nuevos brotes y protección de daños por frío o cambios bruscos de humedad, gracias como bioestimulante a su efecto osmoprotector.
En resumen, una nutrición equilibrada del cultivo será fundamental para obtener el rendimiento y la calidad que nos proponemos, así como un cultivo bien nutrido será más tolerante a las enfermedades. Por todo esto, debemos considerar la nutrición del cultivo, como una inversión y no como un gasto, ya que al invertir en nutrición obtendremos una mayor producción y calidad que se convertirá en mejores resultados económicos de nuestra explotación.
Para cualquier duda o consulta técnica sobre el cultivo del arándano, tienen a su disposición el equipo técnico-comercial de JISA que puede ayudarles a obtener unos rendimientos óptimos en su plantación.