Uno de los oligoelementos esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas es el zinc. También denominado cinc, tiene como símbolo químico Zn y es requerido por las plantas en pequeñas cantidades, al igual que sucede con el resto de microelementos.
Aclarar que, en el español, las palabras zinc y cinc son aceptadas como válidas. Sin embargo, la expresión zinc es la más coherente con el origen de la palabra y, por tanto, con su símbolo químico Zn.
La fertilización del zinc debe ser tenida muy en cuenta. En el caso de su escasez en cultivo, provoca efectos negativos en el correcto desarrollo de la planta, así como en su exceso, pero en este caso, incluso llega a convertirse en un elemento tóxico para ella.
Funciones del zinc en las plantas.
Las funciones del zinc en las plantas son múltiples. Algunos ejemplos de ellas son:
- Su papel destacado en la síntesis de carbohidratos durante la fotosíntesis.
- Su participación en la transformación de los azúcares en almidón.
- Interviniendo en el metabolismo de hormonas al regular el nivel de determinadas auxinas.
- Actuación en los procesos de maduración y producción de semillas.
- Favoreciendo la mejora del polen (su formación, polinización, viabilidad y fertilidad).
- Ayudando al mantenimiento e integridad de las membranas celulares.
- Su influencia en la elongación de los brotes y desarrollo de las hojas.
También se le atribuye cierto blindaje a la tolerancia de las plantas ante patógenos, especialmente los del suelo, así como ser esencial en los sistemas de defensa de las células en contra de los radicales libres altamente tóxicos.
El zinc en el suelo.
El contenido total en zinc (Zn) de los suelos oscila normalmente entre las 10 y 100 ppm, pudiendo alcanzar en algunos suelos valores incluso de hasta 300 ppm. Pero estas cantidades no indican necesariamente que la disponibilidad para la planta de este elemento esté garantizada.
El zinc se puede encontrar en diferentes formas en el suelo, entre ellas:
- Constituyendo parte de los minerales del suelo. En forma de sulfuros (esfalerita), carbonatos (smithsonita) y silicatos (hemimorfita).
- Fijado en la red cristalina de algunas arcillas (montmorillonita, mineral del grupo de los silicatos).
- Formando complejos estables con la materia orgánica del suelo.
- Adsorbido en las posiciones de cambio del suelo.
- Disuelto en la solución del suelo.
¿En qué forma toma el zinc la planta?
Como avanzamos, no todo el zinc existente en el suelo, puede ser tomado por la planta, por lo que es muy importante conocer en qué estado se encuentra para saber si realmente actúa como agronutriente.
Las raíces absorben el Zn en la forma iónica Zn2+. Por otra parte, el pH del suelo influye en su estado, de tal modo que en los suelos ácidos se produce una mayor liberación de Zn2+ a la solución, procedente de las formas insolubles. Por el contrario, en condiciones alcalinas, se favorece la fijación del Zn2+ en el complejo arcillo-húmico, así como la formación de hidróxido de cinc inasimilable por la planta.
Bajo esta premisa, la acidificación de la rizosfera, aumenta la disponibilidad de Zn2+ y por ello la absorción por las raíces es elevada.
Sintomatología de la carencia de zinc en cítricos.
La carencia de un agronutriente puede ser diferente según la especie de planta en la que se produzca. Así, por ser más concreto y sirviendo como ejemplo, nos referimos a los síntomas de la carencia de zinc en cítricos.
Su deficiencia en zinc se manifiesta principalmente en las hojas. Su limbo amarillea en las zonas comprendidas entre las nerviaciones secundarias. En cambio, las zonas adjuntas a los nervios principal y secundarios permanecen más verdes.
Esta intensidad de tonalidad amarilla en las hojas afectadas, es mayor cuando más acusada es la deficiencia. Cuando la planta sufre de una fuerte carencia de cinc, por lo general estas hojas suelen tener menor tamaño, con una forma más estrecha y puntiaguda. Además, suelen caer prematuramente.
Otro efecto de la carencia de zinc en cítricos es el que se manifiesta en sus brotaciones. En este caso el desarrollo de las brotaciones se reduce, los tallos se hacen más delgados y los entrenudos se acortan.
Cultivos con alta sensibilidad a la carencia de zinc.
Entre los cultivos con alta sensibilidad a la carencia de zinc se encuentran los cítricos (ya avanzado), así como la vid, árboles frutales de hoja caduca, maíz, arroz, trigo y algodón.
Carencia de zinc en el cultivo de uva.
En primer lugar, la carencia de zinc en la vid, se manifiesta con la aparición de clorosis en las hojas más jóvenes, manteniendo un color verde oscuro en los nervios de las hojas.
Estas zonas cloróticas, conforme avanza el cultivo, se necrosan y se produce un enrollamiento. En cuanto a esta deficiencia en los racimos de uvas, se manifiesta siendo más pequeños, con pocos frutos y de menor tamaño y ausencia de semillas.
Carencia de zinc en árboles de hoja caduca.
El zinc es un elemento esencial para obtener una buena producción en cultivos de hoja caduca como el almendro, melocotonero, manzano, etc. porque es un micronutriente involucrado en la formación de auxinas y en la activación de enzimas esenciales en procesos de transformación de aminoácidos a proteínas.
En estos árboles de hoja caduca, la presencia de zinc es especialmente importante en las fases de cuajado y para la obtención del peso de los frutos.
La carencia de cinc en árboles hoja caduca se observa con la presencia de hojas pequeñas y de color rosado, a la vez de una disminución de la distancia de entrenudos. También es la responsable de una caída excesiva de frutos, retrasos en la floración y problemas de cuajado de frutos.
Carencia de zinc en el cultivo de maíz.
En el caso del cultivo del maíz, el zinc es responsable de una mejor eficiencia del uso del nitrógeno, mejora el cuaje de los granos y asegura un buen llenado de los mismos. En el maíz, el cinc activa los procesos enzimáticos responsables de la síntesis de almidón.
Carencia de zinc en el cultivo del arroz.
En el cultivo del arroz, el zinc es el elemento más importante, sobre todo durante la etapa de crecimiento vegetativo temprana.
Para evitar la carencia de cinc en la planta de arroz, se recomienda aplicar zinc desde la germinación porque una deficiencia en dicho elemento puede reducir el rendimiento.
Carencia de zinc en el cultivo del trigo.
El cultivo de trigo responde significativamente con aumentos de rendimiento y de calidad cuando se realizan aplicaciones con el elemento cinc. Esto es debido a una mejora en la eficiencia del uso del nitrógeno, que es el elemento más importante en este cultivo.
Esta práctica es también válida para evitar la carencia de zinc en especies de interés agronómico, pertenecientes a la familia de gramíneas.
Carencia de zinc en el cultivo del algodón.
También el zinc es un elemento esencial en el cultivo de algodón. Su carencia puede provocar una falta de crecimiento en la planta, entrenudos muy cortos y hojas pequeñas.
También provoca problemas de cuaje y un retraso en la maduración, afectando a la productividad del cultivo e incidiendo en los tiempos de recolección.
Principales productos para la corrección de carencias de zinc.
Técnicamente, el sulfato de cinc, el óxido de cinc, el nitrato de cinc, el quelato de cinc, el poliflavonoide de zn y el lignosulfonato de zn, son los principales compuestos para la corrección de carencias de zinc.
Para la corrección o asegurar que no se produzca una carencia de zinc, JISA tiene diferentes formulados de alta eficacia.
Entre ellos se encuentra Jisaquel® Zn-14, formulado sólido, corrector específico de zinc totalmente quelatado por EDTA, que consigue una perfecta disponibilidad para la planta.
Y en cuanto a formulados líquidos, el corrector de carencias doble de cinc y manganeso complejados Nutrijisa® Zn-Mn y Nutrijisa® zinc, corrector específico de carencias de zinc.
Si desea más información sobre el zinc en sus cultivos, el equipo técnico de JISA le asesorará gustosamente.