El calcio como elemento químico posee el símbolo Ca y número atómico 20. Es un metal blando, de color grisáceo y el quinto más abundante en masa de la corteza terrestre.
El calcio (Ca), junto con magnesio (Mg) y el azufre (S), es uno de los componentes catalogados como nutriente secundario y no tanto oligoelemento, dada su importancia para que las plantas crezcan vigorosamente.
Tanto es así que este término ‘secundario’ no debe ser infravalorado con respecto a los otros elementos ‘primarios’: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Simplemente, son esenciales para el crecimiento óptimo de la planta, pero se necesitan en menor cantidad.
El calcio en las plantas.
El calcio juega un papel vital en la vida de las plantas. Desde la germinación hasta el final de su ciclo, interviniendo en una gran cantidad de procesos que se dan en ella. A nivel funcional, el calcio es esencial para la división y expansión celular.
Este elemento interviene en el crecimiento de las raíces, en la absorción de elementos nutritivos, participa en la actividad de muchas enzimas, etc. En definitiva, actúa en todo el metabolismo vegetal y proporciona una mayor consistencia a los tejidos.
Pero también tiene poca movilidad dentro de la planta y como consecuencia, su deficiencia se detecta en el retardo de desarrollo de las partes más jóvenes. En este contexto, una de las partes más afectadas es el sistema radicular, alterando la absorción de los demás elementos nutritivos.
El calcio en cultivo hidropónico.
En el caso del calcio en cultivo hidropónico, se parte de la base que, al ser un suelo por lo general inerte, carece de reservas para la nutrición vegetal. Por lo tanto, la aportación de este elemento debe ser contemplado dentro del plan de abonado.
Su aportación debe ser mantenida en el tiempo y las dosis irán en función de diversos parámetros, como por ejemplo el tipo de sustrato (perlita, lana de roca, fibra de coco, etc.), estado y edad del cultivo (trasplante, floración, cuajado, etc.), así como la especie en sí, ya que no todas muestran con igual intensidad y daños una carencia de calcio.
Tanto en cultivo hidropónico como en suelo tradicional, en el caso de tener dudas, el equipo técnico de JISA aporta su asesoramiento, que junto a los análisis pertinentes, ayudará a evitar mermas de producción y calidad derivada de la carencia de calcio.
El calcio en el suelo.
El calcio en el suelo se suele presentar formando parte de compuestos orgánicos e inorgánicos.
Sus formas pueden ser como ión Ca2+ en la solución del suelo y desde donde es absorbido por la planta además de jugar un excelente papel floculante, como ión Ca+ absorbido al complejo de intercambio catiónico, y formando parte de ciertos minerales del propio suelo: calcita (carbonato cálcico), dolomita (carbonato cálcico-magnésico), yeso (sulfato cálcico) o apatito (fosfato cálcico) por ejemplo. En estos últimos casos existe mucho calcio presente en el suelo, pero no suele intervenir directamente en los equilibrios de intercambio catiónico.
Pérdidas de calcio en el suelo.
Las pérdidas de calcio en el suelo se pueden producir por diversos procesos.
Uno de ellos es por la propia absorción por parte de plantas y microorganismos. Una vez en ellos, este calcio queda inmovilizado temporalmente, volviendo de nuevo al suelo con los residuos orgánicos.
Otro por la precipitación en forma de fosfohumatos de cal, de carbonatos, fosfatos y sulfatos. Destaca que este calcio inmovilizado puede recuperarse cuando las condiciones del medio permiten la solubilización.
Y por supuesto por lixiviación derivado de las aguas de percolación.
Correctores de carencia de calcio.
Además de aspectos funcionales en el desarrollo de las plantas provocados por la carencia del calcio, hay otros que condicionan negativamente la rentabilidad de los cultivos. Ejemplos de ello son los casos del tip burn en lechuga, blossom end rot en tomate y pimiento o bitter pit en manzano.
Para dar una solución eficaz al control de carencias de calcio en cultivos hortícolas y frutales, JISA ha desarrollado diversos correctores de carencia de calcio que permiten al agricultor evitar pérdidas derivadas de ello en sus cultivos.
Entre nuestras especialidades se encuentra Jisaquel® Calcio, corrector a base de calcio quelatado por EDTA y DTPA; Nutrijisa® calcio formulado como corrector a base de calcio complejado; el Nutrijisa® calcio-boro, formulado como corrector en el que se combinan el calcio complejado y el boro etanolamina para mejorar la absorción por la planta de ambos nutrientes.
Si intuye o experimenta una carencia de calcio en sus cultivos, nuestro equipo técnico de JISA, está a su disposición para su asesoramiento y con ello ayudarle a rentabilizar sus producciones.