El kiwi es el fruto del género Actinidia spp., aunque también y dada su popularidad, es el nombre con el que se asocia a este frutal. Un frutal de porte trepador, hoja caduca y perteneciente la familia Actinidiaceae.

De este género, sólo tres de sus especies, producen frutos con valor comercial:

  • Actinidia deliciosa. Con frutos de pulpa verde y piel vellosa.
  • Actinidia chinensis. Con frutos de pulpa amarilla y piel glabra.
  • Actinidia arguta. Con frutos de kiwi pequeño, pulpa verde y lampiño, también conocido como el kiwiño, kiwi enano o baby pera.

El kiwi o actinidia, como también se le conoce a este frutal, es originario de China, donde se puede encontrar de forma silvestre. En la actualidad las zonas de producción se encuentran principalmente entre los paralelos 30 y 40, tanto en el hemisferio norte (Italia, Francia, Grecia, España y Portugal) donde la producción se comercializa de octubre a junio, como en el hemisferio sur (Nueva Zelanda y Chile) donde se comercializa de junio a noviembre. Así y desde un punto de vista de globalización, esta fruta llega a estar presente durante los 365 días en los lineales de frutas y hortalizas.

Variedades de kiwi

Variedades de kiwi.

La importancia agronómica del kiwi lleva consigo la mejora genética, orientada tanto a la productividad (vigor, producción, resistencias, etc.) como a la calidad de sus frutos. Destacar que se trata de una especie dioica, por lo tanto hay plantas macho y hembra. Sólo las plantas de kiwi hembra darán fruto, aunque debe haber una población suficiente de machos en el cultivo para garantizar mediante su polinización una correcta producción.

La planta del kiwi (actinidia) es arbusto caducifolio y como tal, tiene necesidades de horas frío. Una falta de frío en el cultivo conlleva una reducción en la producción final, por lo que el equipo técnico de JISA Advanced Agro, recomienda realizar un estudio previo de la viabilidad de la implementación del cultivo en la zona en cuestión.

Es un cultivo que necesita de suelos profundos, franco-arenosos, con un pH ligeramente ácido de 6 a 6,5 y con buena permeabilidad, pues es muy sensible al encharcamiento, a la salinidad y a la caliza activa.

A modo general, exponemos algunos aspectos sobre el cultivo del kiwi o actinidia en función de la especie:

Actinidia deliciosa. Su cultivo tiene unas necesidades de horas frío (HF). Las variedades femeninas producen frutos de pulpa verde y piel vellosa y tienen unas necesidades de 600 a 800 HF. Entre sus variedades más comerciales, destacan principalmente Hayward, Summerkiwi, Green light, Megakiwi y Meris.

La variedad Hayward es con diferencia la variedad más difundida por su alta productividad y calidad de fruto. Sus frutos son grandes, de unos 100 gramos, con muy buena vida útil post-cosecha y sabor. Las variedades polinizadoras más utilizadas son Tomuri y Matua.

Actinidia chinensis. En cuanto a las variedades de kiwi o Actinidia de pulpa amarilla y piel glabra, sus necesidades de horas frío son menores, de 300 a 400 horas. Por este motivo, pueden cultivarse en zonas más cálidas que las de pulpa verde. También son menos sensibles a los suelos calcáreos.

Las variedades más destacadas de esta especie son, Jintao, Sun Gold, Soreli y Dori.

Actinidia arguta. Su volumen de producción con respecto a los dos anteriores grupos es menor. Las variedades más comerciales de esta especie son la Ananasnaja, Meader y Lager.

Cultivo de kiwi bajo malla

Programa de fertilización de la actinidia.

Establecer un correcto programa de fertilización es fundamental para mantener un cultivo sano y productivo. Y el kiwi no es una excepción.

El equipo técnico de JISA, recomienda partir siempre del conocimiento de los principales parámetros físico-químicos del suelo de la plantación y la realización de análisis foliares, para poder corregir las posibles desviaciones y obtener así los mejores resultados en cuanto a producción y calidad.

Mantenimiento correcto del suelo para el cultivo del kiwi.

Entre la gama de productos JISA de mejoradores de suelo, el Humilig® y Kitasal® ayudan a mantener las propiedades del suelo dentro de los parámetros idóneos para su cultivo, en cuanto a textura, pH y salinidad.

Mantener un contenido de materia orgánica entre el 2 y el 3% ayuda a mantener las propiedades físicas del suelo, y mantiene activa su vida microbiana, evitando el deterioro progresivo del suelo agrícola por la utilización excesiva de abonos minerales. Molex® y Furdos® (Fulvin®) son abonos orgánicos que aportan al cultivo un efecto bioestimulante a la vez de activador de los microorganismos del suelo.

El sistema radicular del kiwi es muy superficial, por eso es muy sensible al encharcamiento. La falta de oxígeno produce la inhibición en la formación de raíces nuevas.

El uso de micorrizas en la actinidia ayuda a aumentar la superficie de contacto entre el suelo y la raíz, favoreciendo la disposición de nutrientes, mejorando su tolerancia a la caliza activa y favoreciendo el establecimiento de la planta libre de microorganismos patógenos.

En esta línea, los clientes de JISA, disponen de productos como el Micopron®, Fusvicur® y Vitatek®, productos a base de micorrizas y rizobacterias que ayudan a:

  • Mantener la fertilidad de nuestros suelos.
  • Proporcionar un efecto bioestimulante sobre el cultivo, predisponiéndolo a una mayor tolerancia de condiciones climatológicas extremas de temperatura y humedad.
  • Activar las defensas de la planta frente a microorganismos patógenos.

Bioestimulantes agrícolas para el cultivo del kiwi

Fertilizantes para mejorar el cultivo del kiwi.

El kiwi (actinidia) es una planta trepadora que al igual que la parra, produce sarmientos donde se localizan las yemas que brotan cuando llega la primavera, iniciando la fase vegetativa del cultivo.

La disposición correcta de sus sarmientos mediante su poda y tutorado, junto a un equilibrio vegetativo son fundamentales a la hora de obtener buenos resultados de producción. De hecho, la falta de luz provocado por un exceso de vegetación es un factor importante en la perdida de calibre y de calidad de los frutos.

Por ello, el equipo técnico de JISA, recalca en esta fase de cultivo que es fundamental el aporte de aminoácidos del tipo Vegetamin 24® o Jisabiol®, así como de microelementos esenciales para la fase de floración y cuajado de frutos, que se llevará a cabo con productos de la gama Nutrijisa®.

El calcio es un elemento muy importante para el desarrollo futuro de los frutos del kiwi, requiriendo gran parte de sus necesidades en los primeros estadios del fruto.

La floración y el cuajado de frutos es un momento crítico en el cultivo y por lo tanto de su rentabilidad. La baja humedad relativa o las temperaturas superiores a 26ºC pueden provocar la deshidratación del polen y la falta de cuajado. Es indispensable que nos aseguremos de actuar para minimizar las posibles consecuencias de estos agentes externos que pueden mermar la productibilidad. Para ello, con aplicaciones de bioestimulantes especiales JISA como el Cuajemax®, se asegura el cuaje natural de la producción, mejora la viabilidad del polen y su germinación.

Una vez cuajadas sus flores, con el bioestimulante Engormax® se proporciona un buen engorde de frutos además de un alto contenido de materia seca del fruto; esto nos ayudará a tener una buena productividad y calidad de fruto.

El magnesio es un elemento a vigilar. Este se encuentra en equilibrio con el calcio y potasio, por lo que un exceso en el aporte de los anteriores elementos nos provoca una carencia de Magnesio en el cultivo. Es por esto que, en esta fase hay que ver qué elementos secundarios y microelementos pueden estar en estado carencial en nuestro cultivo. La gama de correctores de carencias Nutrijisa® proporciona un amplio abanico de productos para intervenir con tratamientos foliares en función de las necesidades nutricionales del cultivo del kiwi.

La fase de acumulación de materia seca en el fruto se lleva a cabo en los meses de verano, con unas condiciones de temperatura y humedad extrema. En este periodo aconsejamos el uso de bioestimulantes especiales como Glybet®, Gorfrut® y Top-K® según las diferentes fases del cultivo en la que nos encontremos. Con ello ayudaremos a la planta a superar el estrés provocado por estas condiciones y evitar posibles deshidrataciones que afecten a nuestro cultivo. Paralelamente, durante este periodo es fundamental el correcto manejo del riego. La actinidia en cultivo cuenta con grandes necesidades hídricas, pero con gran sensibilidad al encharcado, como hemos mencionado anteriormente.

¿Cómo preparar el cultivo de la actinidia para el invierno?

Después de la cosecha, se debe empezar a pensar en la producción del año próximo.

Los tratamientos nutricionales postcosecha sirven para que la planta acumule las reservas que utilizará en los primeros instantes de la brotación del año siguiente, por lo que es importante el aporte de los principales elementos antes de la caída total de las hojas, momento en el que la planta entra en parada invernal.

Para cualquier duda o consulta técnica sobre el cultivo del kiwi (actinidia), tienen a su disposición a nuestro equipo técnico-comercial de JISA, que puede ayudarles a obtener unos rendimientos óptimos y por lo tanto aumentar su rentabilidad.

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