Uno de los oligoelementos utilizados en la nutrición vegetal es el manganeso agrícola. El manganeso se simboliza como Mn y como elemento químico posee el número atómico 25, estando situado en el grupo 7 de la tabla periódica de los elementos.
Este elemento se encuentra como elemento libre en la naturaleza, con frecuencia en combinación con el hierro, además de otros muchos minerales.
El manganeso es identificado como oligoelemento y, por lo tanto, un elemento químico esencial para todas las formas de vida.
A nivel biológico, está documentado que en el ser humano es vital en el funcionamiento del sistema inmunológico, la regulación del azúcar en la sangre y la energía celular, el crecimiento óseo, etc. Respecto a las plantas también, ocupando un papel importante en la fotosíntesis oxigénica y por ello muchos de los fertilizantes contienen manganeso en su formulación.
El manganeso en la planta.
El manganeso en la planta se absorbe bajo la forma Mn+2 y como quelato. Este se puede absorber por la raíz y vía foliar.
El contenido en sus hojas oscila entre las 30 y 500 ppm sobre peso seco. Este contenido es menor en el resto de la planta, como por ejemplo los tallos, frutos y raíces.
La deficiencia del manganeso en la planta comienza a nivel crítico cuando se sitúa en unas 15 a 25 ppm sobre peso foliar seco. Suele manifestarse inicialmente en las hojas jóvenes en forma de clorosis entre las nerviaciones. Esto es así porque es un elemento poco móvil en la planta, al igual que sucede con el hierro.
Respecto a su exceso es rara su presencia. De darse, coincide en cultivos con suelos ácidos y uno de sus síntomas es la aparición de manchas marrones en las hojas. Esta toxicidad puede darse con niveles foliares superiores a 1000 ppm de Mn.
El manganeso en el suelo.
El manganeso que podemos encontrar en el suelo viene originado por la descomposición de las rocas ferromagnésicas. Entre las 200 y 300 ppm es el contenido medio total que se puede tener en él.
Generalmente, el manganeso en el suelo se encuentra bajo formas insolubles, a pH y potenciales redox altos. El potencial Redox (ORP) es una medida efectiva de medir la energía química de oxidación-reducción mediante un electrodo, convirtiéndola en energía eléctrica. Al contrario, unos pH ácidos y condiciones reductoras, favorecen su presencia en formas divalentes solubles.
A efectos agronómicos, el manganeso en el suelo se clasifica en manganeso soluble o activo y manganeso insoluble. El primero, estando en la disolución del suelo y en estado intercambiable, adsorbido por la fracción coloidal, así como en forma de óxidos muy activos y fácilmente reducible a pH neutro. Y el segundo, por ejemplo, bajo óxidos poco activos y no reducibles a pH neutro, aunque sí a pH 2.
Destacar que la disponibilidad de manganeso en el suelo suele ser elevada en suelos ácidos y en suelos encharcados. En estos casos, en determinadas situaciones incluso puede llegar a ser tóxico.
De igual forma, el nivel de manganeso disponible para la planta puede verse disminuido debido a la competencia de microorganismos. También puede inmovilizarse en presencia de grandes cantidades de materia orgánica.
Factores que afectar a la disponibilidad de manganeso en suelo.
Como avanzamos, existen factores que intervienen en la disponibilidad de manganeso en suelo para la planta. Por poner algunos ejemplos, en el caso de un pH alto, reduce su disponibilidad, mientras que si es bajo, puede aumentar su disponibilidad hasta el punto de toxicidad si se encuentra en exceso.
Otro factor es la cantidad de materia orgánica, dándose el caso de que cuanta más materia orgánica hay en el suelo, menor es la disponibilidad de manganeso. Y respecto al de la humedad, sus cambios en el suelo pueden convertir las formas disponibles de manganeso en formas no disponibles y viceversa. Vinculado a ello, los suelos mal drenados favorecen la reducción de manganeso.
Su interacción con otros nutrientes también afecta a su disponibilidad. En el caso del hierro, si se encuentra en exceso, puede limitar la absorción de manganeso. También puede reducir la absorción de manganeso cuando hay niveles bajos de nitrógeno. Y en el caso de exceso de aniones como nitratos, fosfatos y sulfatos, participan en el aumento de la absorción de manganeso.
Cultivos más sensibles a la falta de manganeso.
Dependiendo de factores como las condiciones ambientales, las prácticas culturales empleadas, así como la variedad en cultivo, la sensibilidad de ciertas especies puede variar ante niveles de manganeso disponible para la planta.
Un patrón común reside en el antagonismo que existe entre el manganeso (Mn) y el hierro (Fe), provocando que el exceso de uno provoque el déficit del otro. Como consecuencia, aquellos cultivos que necesitan mayor cantidad de hierro, y, por lo tanto, se le aporte más durante la fertilización, pueden mostrar predisposición a manifestar la carencia de manganeso.
Centrados en qué cultivos son más o menos sensibles a la carencia del manganeso, podemos establecer tres grupos: Sensibilidad alta, sensibilidad media y sensibilidad baja.
- En el grupo de sensibilidad alta se encuentran en los cultivos de la avena, cebolla, cítricos, espinacas, guisantes, judías, lechuga, manzano, melocotonero, nogal, patata, pepino, rábano, remolacha azucarera y de mesa, rosal, soja, sorgo, trigo y vid.
- En el de sensibilidad media, los de alfalfa, apio, arroz, brócoli, cebada, chirivías, coliflor, maíz, menta, nabo, tomate y zanahoria.
- Y en de sensibilidad baja, los de algodón, arándano, centeno y espárrago.
Correctores de carencia de manganeso en las plantas.
JISA formula el Jisaquel® Mn-13 como corrector a base de manganeso quelatado en sólido de microgránulos solubles. Es el corrector específico de carencia de manganeso quelatado por EDTA lo que le permite una perfecta asimilación por la planta.
Su aplicación puede ser tanto por vía foliar como vía suelo, en fertirrigación, favoreciendo el nivel óptimo de manganeso, el cual contribuye de forma esencial en la formación de proteínas y en la fotosíntesis.
En formulación líquida y en el caso de que también se presente o prevea una deficiencia o desequilibrio en la asimilación de zinc, JISA recomienda en este caso el Nutrijisa® Zn-Mn: Corrector a base de zinc y manganeso complejados mediante ácido glucónico y lignosulfónico.
El Nutrijisa® Zn-Mn también permite su aplicación por vía foliar y vía suelo en fertirrigación.