El hidrogenocarbonato de sodio es una sustancia química con la fórmula NaHCO3, un compuesto sólido cristalino que se utiliza en una variedad de aplicaciones en la agricultura debido a sus beneficiosas propiedades.

En términos generales, esta materia activa posee múltiples aplicaciones en agricultura, entre ellas, para corregir y ajustar el pH del suelo, ayudar a reducir la concentración de sales disueltas en el suelo, mejorar la eficacia de ciertos fitosanitarios en calidad de adyuvante, en la desinfección de equipos, herramientas y superficies de trabajo, y su eficacia como agente fungicida, este último aspecto va a ser el motivo en el que nos centramos en este artículo.

El hidrogenocarbonato de sodio como fungicida agrícola.

El agricultor puede encontrar en el mercado agrícola diversos formulados para ser utilizados por su acción fungicida, cuya principal o única materia activa, sea el hidrogenocarbonato de sodio.

Dentro del grupo de especialidades del catálogo general JISA, se encuentra el producto Drynate®, formulado de NaHCO3 de alta riqueza, dirigido al control efectivo de determinadas enfermedades fúngicas. Este, está aprobado como sustancia básica en la normativa europea, según Artículo 23 del Reglamento (CE) 1107/2009.

La acción fungicida de esta materia activa actúa por acción física, por contacto, modificando el equilibrio osmótico y provocando un cambio de pH en los tejidos vegetales. Como consecuencia, consigue un efecto erradicante, actuando como antiesporulante y desecante del cuerpo completo del hongo: hifas, micelios y esporas.

Por sus características, no causa fitotoxicidades ni tampoco presenta incompatibilidades con otros fungicidas o fitosanitarios, siendo compatible con la fauna auxiliar en los cultivos sobre los que se aplica.

Drynate

Dosis y método de empleo del hidrogenocarbonato de sodio como fungicida.

En este caso, y en concreto referido al producto formulado a base de hidrogenocarbonato de sodio, Drynate®, se trata de un formulado polvo soluble, cuyo método de empleo es mediante pulverización foliar.

En cuanto a su dosis, siempre debe ser dictada por el profesional responsable del cultivo, quien además decidirá el momento oportuno para conseguir la máxima eficacia posible.

Como información orientativa y ejemplos, en el caso de aplicarlos en hortícolas, berries y ornamentales, es efectivo contra Sphaerotheca spp. (oídium) y la horquilla de su dosis es de 0.33-1 kilo por hectólitro. En vid lo es contra Uncinula necátor (oídio) y se sitúa entre 0.42-2 kilos por hectólitro. Y en manzano contra Venturia inaequalis (moteado), entre medio a un kilo por hectólitro.

Destacar, que en el caso de utilizarlo por su acción fungicida en postcosecha, su aplicación es mediante el método de inmersión o la aplicación de la superficie de los frutos. En estos casos se tratan enfermedades de almacenamiento como el Penicillium digitatum (moho verde) y Penicillium italicum (moho azul) en frutales (manzana, cereza, naranja, papaya, etc.) y cítricos en una horquilla de 1-4 kilos por hectólitro.

Además, aunque ya mencionado, el hidrogenocarbonato de sodio puede ser utilizado en la agricultura ecológica como medida de control de enfermedades fúngicas, siendo una buena opción debido a su perfil de seguridad, de tan solo un día, y su bajo impacto ambiental en comparación con muchos fungicidas sintéticos.

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