El boro es uno de los microelementos u oligoelementos esenciales en la nutrición de las plantas. Tiene el símbolo B, es un metaloide (con propiedades intermedias entre metales y no metales), y aunque su función en las plantas aún es relativamente poco conocida, es sabido que tiene un papel fundamental en el metabolismo de las mismas.
Para qué sirve el Boro en las plantas
Al margen de ser poco conocido. Se sabe que el Boro (B) actúa como modulador de actividades enzimáticas y que desempeña un papel esencial en aspectos como:
- El transporte de azúcares.
- La síntesis de sacarosa.
- El metabolismo de ácidos nucleicos.
- La biosíntesis de carbohidratos.
- La fotosíntesis.
- El metabolismo proteico.
- Síntesis y estabilidad de las paredes y membranas celulares.
- …
El boro en la floración y cuajado de los frutos
El oligoelemento Boro tiene un papel destacado en la fase de floración, contribuyendo de forma esencial en la polinización y el cuajado de los frutos.
Entre las aportaciones del Boro en fase de floración:
- Mejora el tamaño y la fertilidad de los granos de polen.
- Desempeña un importante papel en la germinación del polen.
- Favorece el crecimiento de los tubos polínicos.
Como consecuencia indirecta, pero no por ello menos importante, el correcto nivel de Boro en la planta durante esta fase de cultivo, contribuye a mejorar la apetencia de estas flores por los insectos polinizadores. Principalmente, porque aporta un aumento de néctar, un recorte de la longitud del tubo de la corola, consiguiendo, en su conjunto, flores más atractivas para estos insectos, como por ejemplo para las abejas y abejorros.
Otra de sus virtudes apreciadas en esta fase de floración es su incidencia en la resistencia a daños causados por heladas.
El Boro en el suelo
El elemento Boro en el suelo, salvo en los sustratos inertes utilizados en hidroponía, se puede encontrar básicamente en este tipo de formas:
- Unido a los hidróxidos de hierro (Fe) y aluminio (Al).
- En la propia materia orgánica, de la que se va liberando progresivamente gracias a la actividad de los microorganismos.
- Disuelto en la solución del suelo como ácido bórico o ion boratado.
- Formando parte de algunos minerales, como boratos (bórax, colemanita y ludwigita) o borosilicatos (turmalina o axinita).
- Adsorbido por minerales arcillosos.
El contenido de Boro total en el suelo, al predominar en rocas sedimentarias con origen marino, por ser un elemento que se encuentra en cantidades importantes en el agua de mar, puede encontrarse en niveles muy distintos, variando de 2 a 200 ppm. Al margen de ello, la mayor parte de este micronutriente no es asimilable por las plantas.
Por otra parte, los suelos de textura arenosa, por lo general, contienen menos Boro asimilable que los más arcillosos, porque en el primer caso, el Boro asimilable disuelto en la solución del suelo es fácilmente lavado por lluvias o riegos copiosos. Derivado de ello, en estos suelos arcillosos se reduce su disponibilidad inmediata para ser adsorbidos por la planta, ya que, son retenidos con fuerza por los minerales arcillas y calizas.
El Boro asimilable consiste básicamente en ácido bórico, representando tan solo una pequeña cantidad respecto al Boro total, estimada entre 0.1 y 3 ppm. También, el Boro asimilable se concentra preferentemente en las capas superficiales de los suelos con buen drenaje, estando íntimamente ligado a la materia orgánica.
Cómo aplicar boro al suelo
De forma tradicional, hay diferentes compuestos utilizados para la corrección de deficiencias de Boro (B). Entre estos se encuentran:
- El Bórax, con una riqueza de Boro del 11 al 12%
- El Solubor, del 20,9%
- El Ácido bórico, del 17,5%
- La Colemanita, con una riqueza de Boro entre el 11 al 15%
Para una agricultura de precisión, en cultivos de alto rendimiento, JISA ha desarrollado formulados para la prevención o corrección de la carencia de Boro.
Entre ellos, se encuentran NUTRIJISA® BORO de formulación líquida a base de Boro etanolamina, NUTRIJISA® CALCIO-BORO como formulado en el que se combinan el calcio complejado y el boro etanolamina para mejorar la absorción por la planta de ambos nutrientes, y TARSSAN® MIX como mezcla sólida de micronutrientes quelatados, preparada para la corrección y prevención de carencias múltiples entre las que se encuentra la del Boro. Este último está especialmente formulado para cultivos en hidropónico.
Momento y dosis de aplicación del Boro para corregir o prevenir su carencia
En el caso del formulado NUTRIJISA® BORO, permite corregir y prevenir los estados carenciales de este micronutriente, así como su aporte continuado en aquellos cultivos exigentes en Boro.
Este formulado a base de Boro etanolamina, puede ser empleado en todo tipo de cultivos. En cuanto al momento y dosis, para obtener su máxima eficacia, debe contar con el adecuado asesoramiento técnico.
Como orientación, momento de aplicación en el caso de:
- En olivo, se puede aplicar unas tres semanas antes de la floración y en otoño.
- Girasol a partir de la quinta y sexta hoja.
- Alfalfa después de cada corte.
- Fresón, en estado de botón blanco y antes de la floración.
- Hortícolas en prefloración y después del cuajado de los frutos.
- Frutales y cítricos en prefloración, caída de pétalos y después del cuajado.
- Vid en prefloración y después del cuajado.
- Remolacha a partir de la sexta u octava hoja.
- Y en ornamentales al inicio de la vegetación.
En cuanto a las dosis de aplicación, de igual forma a modo de orientación, en cultivos como:
- Olivo, alfalfa, frutales, cítricos, vid y remolacha, la dosis puede estar comprendida entre los 200 y 300 centímetros cúbicos por hectólitro vía foliar, y de 1 a 2 litros por hectáreas vía radicular.
- En girasol entre los 300 y 600 centímetros cúbicos por hectólitro vía foliar, y de 1 a 3 litros por hectáreas vía radicular.
- Para el fresón entre los 150 y 300 centímetros cúbicos por hectólitro vía foliar, y de 2 a 3 litros por hectáreas vía radicular.
- Para hortícolas entre los 200 y 400 centímetros cúbicos por hectólitro vía foliar, y de 2 a 4 litros por hectáreas vía radicular.
- Y para frutales, cítricos, vid y remolacha, entre los 200 y 300 centímetros cúbicos por hectólitro vía foliar, y de 2 a 3 litros por hectáreas vía radicular.