Actualmente, la agricultura se enfrenta a numerosos desafíos. En el caso del control de enfermedades, están el número decreciente de fungicidas autorizados y el constante riesgo de que los patógenos desarrollen resistencias.

Ante esta realidad, la incorporación de herramientas con modos de acción innovadores y seguros es fundamental para cualquier estrategia fitosanitaria que busque ser eficaz y sostenible a largo plazo. En este contexto, JISA formula su producto Jisaphos®, el fungicida a base de fosfonato de potasio, como una solución estratégica de alto valor. El fosfonato potásico se encuentra dentro del grupo del fosfito potásico.

El fosfonato de potasio.

La eficacia de Jisaphos® tiene su base en su propia naturaleza química. El punto de partida es el ácido fosforoso, que en disolución acuosa se encuentra en equilibrio con su forma tautomérica, el ácido fosfónico (H3PO3).

Si bien este compuesto es el origen de la acción fungicida, es una molécula muy ácida, lo que podría generar fitotoxicidad en los cultivos, en la formulación de Jisaphos®, JISA consigue neutralizar este ácido con una sal de hidróxido de potasio (KOH). Este proceso da lugar al fosfonato de potasio, una sal altamente estable y soluble que, al aplicarse, se disocia en los componentes realmente activos en la planta: los iones fosfonato (PO33⁻, HPO32⁻, H2PO3).

Esta elección es un diferenciador estratégico frente a otras formulaciones del mercado, como las basadas en Fosetil-Al. Mientras que estas últimas liberan iones aluminio, un elemento que tiende a acumularse por su lenta degradación en el medio, Jisaphos® se degrada fácilmente en el entorno. Además, su formulación no solo evita la presencia de elementos indeseados, sino que aporta potasio (K), un macronutriente esencial y de rápida asimilación para la planta.

El fosfonato potásico para la protección total, desde la raíz hasta el fruto.

Una vez aplicado, el fungicida sistémico a base de fosfonato de potasio Jisaphos®, es absorbido de manera muy eficiente tanto por las raíces como por las hojas, utilizando las mismas vías de transporte que el fosfato. Su gran solubilidad y estabilidad química le permiten una movilidad excepcional dentro de la planta, conocida como doble sistemia:

  • Movimiento por el xilema: Se produce un transporte acrópeto (ascendente), llevando la protección desde las raíces hacia los tallos y los brotes nuevos, asegurando que el crecimiento activo de la planta esté siempre defendido.
  • Movimiento por el floema: Se establece una «sistemia verdadera» y bidireccional. El producto se mueve no solo hacia arriba, sino también de forma basípeta (descendente) hacia las zonas de mayor demanda metabólica, como son los frutos y el sistema radicular.

Esta completa distribución garantiza que cada órgano de la planta reciba la protección necesaria, creando un escudo interno integral.

Biofungicida de fosfonato de potasio Jisaphos

El fosfonato potásico como fungistático y bioestimulante.

Jisaphos® ejerce su control sobre patógenos oomicetos (Phytophthora spp., Plasmopara spp., etc.) a través de dos vías complementarias:

Por una parte, está su acción fungistática directa. El ion fosfonato interfiere en el metabolismo del hongo. Compite con el ion fosfato y altera procesos vitales como la glucólisis y la síntesis de la pared celular. Esto provoca una drástica reducción de ATP, la fuente de energía del patógeno, inhibiendo así el crecimiento de su micelio y la producción y germinación de esporas.

Por otra, está su activación de las defensas naturales. Jisaphos® actúa como un potente inductor de las defensas de la planta, promoviendo la síntesis de fitoalexinas. Estas son sustancias antimicrobianas que la propia planta genera para defenderse, funcionando como una vacuna que prepara al cultivo ante posibles infecciones.

Además, este efecto bioestimulante se ve reforzado por una mejora en la eficiencia de la enzima nitrato reductasa, optimizando la asimilación de nitrógeno, y por el ya mencionado aporte de potasio de alta movilidad y rápida asimilación.

Cultivos y recomendaciones de uso de Jisaphos®.

La robustez y seguridad de Jisaphos® permiten su aplicación en un catálogo muy amplio de cultivos. Su uso está recomendado, por ejemplo en:

  • Frutales de hueso: Melocotón, nectarina, ciruelo, cerezo y paraguayo.
  • Frutales de pepita: Pera, manzana, membrillero y nashi.
  • Cítricos: Naranja, pomelo, limón, lima y mandarina.
  • Vid: Tanto para uva de mesa como para vinificación.
  • Olivo.
  • Cultivos tropicales y subtropicales: Caqui, kiwi, aguacate, mango, plátano, papaya, chirimoya, granada, níspero y muchos otros.
  • Frutos secos: nogal, castaño, almendro, pistacho.
  • Frutos rojos: fresa, arándano, frambuesa.
  • Cultivos hortícolas:
    • De fruto: Tomate, pimiento, berenjena, calabacín, melón o sandía.
    • De hoja, flor y aromáticas: Lechuga, coles, espinaca, acelga, apio, perejil o albahaca.
    • De bulbo y tubérculo: Patata, cebolla, ajo, zanahoria o remolacha.

Para una máxima eficacia, se aconseja su aplicación de forma preventiva. En cuanto a las estrategias de control, su combinación con fungicidas de distinto modo de acción presenta una gran sinergia, potenciando los resultados y siendo una pieza clave en el manejo de resistencias.

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